Marjorie de Sousa cargó con un pesado estigma tras divorciarse de Julián Gil, quien se encargó de desprestigiarla haciéndola quedar como una mujer manipuladora, frívola, interesada e incluso, sin pruebas, la tachó de infiel.
Tras su separación hubo muchas versiones, rumores e incluso una prueba de ADN que su expareja solicitó para asegurarse de que el hijo que había tenido con ella, era suyo.
Juzgados, acusaciones y descalificaciones de ambas partes fue lo que siguió entre ellos.
Incluso no hace mucho Julián Gil nuevamente salió a decir que Marjorie no lo dejaba ver a su hijo, cosa que fue desmentida por la abogada de la venezolana quien aseguró que era el juez quien había determinado esto porque él no se estaba haciendo cargo de la manutención de su hijo.
Ahora, tres años después de toda esta tormenta, al fin llegó la calma. Al menos, así es como se siente Marjorie, quien confesó sentirse muy feliz; tanto que no está negada a encontrar el amor e incluso darle un hermanito a su adorado Matías.
Y es que Marjorie de Sousa llegó muy bien acompañada, de su pequeño hijo, a una alfombra roja. Ahí mismo la actriz reveló lo feliz que se siente, pese a todo lo que ha pasado, de ser madre desde hace tres años.
Me siento maravillosa. Verlo crecer, ver todo lo que se le ocurre, ver lo inteligente que es, lo dulce, lo cariñoso, lo protector’, dijo Marjorie de Sousa.
Respecto al tema de convertirse en madre, Marjorie de Sousa confesó lo siguiente:
Ay no sé, no sé. Uno (un bebé) quita mucho tiempo, entonces no sé. No lo descarto, pero no sé. Por ahora creo que estamos bien’, dijo la venezolana para luego preguntarle a Mati si quería un hermanito, quien contestó que no.
Finalmente, muy sonriente, Marjorie aseguró que su pequeño de tres años era terriblemente celoso, tanto que no le gustaba mucho que su perrito se le acercara.(E)
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