Hace cuatro años Roberto Hidalgo contrató los servicios de una empresa de medicina prepagada para él y todo su grupo familiar. Durante los primeros meses de la pandemia en Quito evitó salir de casa y sobre todo, dejó de llevar a su hija de dos años a los controles médicos. Nada grave pasó, pero hace tres semanas la alarma de que un familiar de su esposa dio positivo para covid-19 lo hizo recurrir a su seguro. Acudió a Ecuasanitas, la empresa con la que tiene convenio para acceder a la prueba PCR. Apenas ingresó, le indicaron que la compañía cubre el costo del test, en caso de salir positivo, además de todo el tratamiento que requiera según los montos adquiridos en su póliza. Roberto nunca tuvo síntomas respiratorios de ningún tipo, pero quiso descartar un posible contagio porque vive con sus padres, que son personas de la tercera edad y por ende el grupo más vulnerable de la actual pandemia. Luego de 72 horas le dieron el resultado, que fue negativo. En esa circunstancia es él quien debe cubrir el valor de la prueba que fue de $120. “Me tocó financiar con la tarjeta de crédito porque lo importante era descartar que tenga el virus”, relató. Manuel S. tiene un seguro con Salud S.A. y a través del mismo logró acceder a las medicinas que necesitó para solventar sus problemas respiratorios asociados a su contagio por covid. “Tuve una ligera carraspera en la garganta y algo de mareos. Creo que contraje el virus luego de una visita familiar”. Gracias a que su diagnóstico fue temprano y los síntomas ligeros, no tuvo mayor problema para solventar este virus. Cumplió el aislamiento domiciliario y todos los cuidados para no contagiar al resto de su familia. Desde el inicio de la pandemia, en marzo de este año, la Federación Ecuatoriana de Empresas de Seguros (Fedeseg) estableció la obligatoriedad de que todas las entidades que brindan seguros de salud realicen la cobertura de los factores asociados a la actual pandemia. En los planes que al momento ofertan las empresas aseguradoras, destaca la cobertura de esta patología; pero aclaran que el paciente, al momento de contratar, debe estar sano ya que el contrato comienza a aplicarse luego de 30 días en caso de eventos ambulatorios y solo en emergencias se activa a las 24 horas tras la firma. Además, si se requiere hospitalización, se accede a ello luego de dos meses de vigencia del contrato. Miriam Orozco, agente de ventas de Humana, precisó que este sector también ha sido afectado por la pandemia. Por eso proponen planes que en su primera y segunda cuota tienen descuentos de entre 55% y 45%. El valor mínimo que un hombre de 40 años debe pagar es de $ 65 mensuales, con lo que accede a atención en el hospital Vozandes. Si el valor es mayor, su cobertura alcanza para tratarse en el hospital Metropolitano. Además, indicó que la persona, si lo desea, puede terminar el contrato sin concluir el año. “No tenemos ninguna penalidad en esos casos. Se puede dar por concluido sin recargo”. Nathaly busca ayuda para su hijo enfermo Nathaly Holguín es una madre guayaquileña cuyo hijo, Aarón, está en la última fase para eliminar el cáncer que padece. A través de la red social de Twitter ella pidió la ayuda para poder hipotecar la casa que le donó su suegro. Tiempo atrás vendió la suya para financiar el tratamiento de su hijo. El presidente del directorio del IESS, Jorge Wated, respondió su solicitud y le pidió mayor información para poder gestionar algún tipo de ayuda desde esta institución, por lo que recabó sus datos. Cada semana el pequeño requiere una vacuna denominada Imukin, un fármaco que protege a la persona con enfermedad granulomatosa frente a agentes maliciosos como los virus, bacterias u hongos. Esta medicina representa $ 475 y la misma debe colocarse semanalmente. Nathaly viajó a Esmeraldas el fin de semana pasado para adquirir el único fármaco disponible en esa ciudad. A más de cuidar a su niño, ella se dedica a la elaboración de quesos mozzarella para poder reunir los recursos suficientes y permitir que el pequeño gane esta batalla. Sus vecinos y conocidos promocionan su emprendimiento para que pueda tener más ventas y reunir lo suficiente; pero el negocio no rinde aún lo esperado para completar el valor de la vacuna. Por ello pide colaboración a la cuenta 418255100 del Banco del Pichincha, a nombre de César Campoverde, padre del menor. (I)
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