Trabajar en semáforo amarillo, por el coronavirus, les sale muy caro, aseguran los dueños de buses de transporte público.
Este sector alertó que pasan una grave crisis, que el retorno a las actividades la agudizó, al punto que algunas cooperativas analizan mejor no trabajar mientras dura la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Eduardo Burgos, gerente de la Unión de Cooperativas de Manabí, indicó que trabajan a pérdida. Explicó que de las 17 cooperativas intraprovinciales que hay en Manabí, 16 están en las calles (solo 24 de Mayo aún no lo hace) y que trabajan con el 50 por ciento de aforo.
Recordó que siguen en las mismas rutas de antes de la pandemia, aunque no tengan suficientes pasajeros, “ni el 20 por ciento”, aseguró, por lo que ya varios dirigentes están pensando en no salir.
Alfredo Intriago, presidente de la cooperativa Coactur, confirmó que la idea es no salir o salir con menos vehículos cada día.
Recordó que la ciudadanía, debido al temor de contagio, no viaja como antes, aunque ellos cumplen con todos los protocolos de bioseguridad para evitar la propagación de la enfermedad.
Mientras tanto los dueños de buses aseguran que no es rentable.
Jorge Luis Pérez explicó que, en su caso, en la ruta Portoviejo-Manta (la de más actividad) salen con 5 o máximo 10 pasajeros, lo cual, en el mejor de los casos, representa 10 dólares, pero de allí hay que sacar para el combustible, pago al conductor, inversión en materiales de bioseguridad, peaje y pagos en las terminales, es decir unos 20 dólares.
Eso sin contar con los gastos de mantenimiento, como cambio de aceite, llantas y pago de créditos, lamentó. (I)
Fuente:www.eldiario.ec