La independencia de seis parroquias del valle de Los Chillos entró en el debate público. Una de las motivaciones para impulsar esta iniciativa de la Junta Cívica es la asignación presupuestaria que llega desde el Municipio de Quito para estas localidades.
De acuerdo con esta organización civil, las seis parroquias albergan a 300.000 pobladores con un presupuesto anual de 6 millones de dólares, rubro que, a criterio del colectivo, no alcanza considerando el crecimiento poblacional que enfrenta el valle de Los Chillos. (Ver nota relativa)
Juan Ignacio Burneo, experto en estudios de la ciudad y geografía humana, entiende este intento de separación del centralismo como un proceso histórico, similar al que experimentó el cantón Rumiñahui, con Sangolquí como su cabecera cantonal, que se cristalizó a principios del siglo XX.
Necesidad
Aseguró que el crecimiento urbano que experimenta el valle de Los Chillos, es mucho más acelerado que el que se da en otras zonas del país y que ese fenómeno hace las demandas de servicios de los ciudadanos crezcan.
Burneo recalcó que un posible proceso de cantonización debería tomar cuenta la memoria histórica que tienen los pobladores de las seis parroquias para con el Distrito Metropolitano de Quito.
“Podría tener éxito (la cantonización). Ya dependerá del proceso político que se lleve a cabo”, dijo.
No es lo adecuado
Fernando Carrión, urbanista, no ve pertinente la intención de independencia de las parroquias. El analista consideró como un error pensar que la fragmentación del territorio ayuda a mejorar el gobierno de la ciudad. Sugirió que las autoridades y los ciudadanos deben aunar esfuerzos para fortalecer la administración municipal para mejorar las condiciones de vida de los habitantes.
Sobre la intención de conformar otro Municipio, Carrión aseguró que solamente serviría para incrementar la burocracia.
“El gasto corriente va a incrementarse sustancialmente. Los recursos no se destinan a la inversión, sino a la creación de inversiones públicas que no conducen a nada”, dijo.
Javier Segovia, presidente de la Junta Cívica de Los Chillos, no concuerda con Carrión. Para él, la cantonización obligaría a reducir el tamaño del Municipio de Quito que se reflejaría en la disminución a la asignación presupuestaria. Esos recursos, dijo, deben ser asignados al nuevo cabildo.
Marco legal
El dirigente explicó que para cristalizar esta iniciativa se amparan en el artículo 22 del Código Orgánico de Ordenamiento Territorial (Cotad), en donde se establecen como requisitos de cantonización que existan 50.000 pobladores en la zona de acción, que exista delimitación territorial y que las parroquias tengan 10 años de creación.
Segovia aseguró que en los próximos días buscarán llegar al presidente de la Reoública, Lenín Moreno, para plantear la idea, pues, según la Ley, es él quien tiene la última palabra antes de acudir al Consejo Nacional Electoral para solicitar una consulta popular para los moradores de las seis parroquias (I)
Fuente:www.lahora.com.ec