La decisión de que la nueva Constitución de Chile la escriban ciudadanos elegidos expresa un rechazo a la clase política, coincidieron expertos.
Hay que interpretarla como un rechazo generalizado y transversal a la clase política en su conjunto. Todos los partidos con representación parlamentaria deben sentirse interpelados”, afirmó Marcelo Mella, politólogo y doctor en estudios americanos.
En el referéndum del domingo pasado, 79 por ciento de la población votó por una nueva carta magna elaborada por 155 ciudadanos electos.
Los partidos políticos están callados y es un golpe muy fuerte a la política convencional”, indicó Lucía Dammert, licenciada en historia de la Universidad Católica y académica de la Universidad de Santiago.
La actual Constitución, vigente desde 1981, estableció un modelo social y económico de libre mercado que permitió la entrada del sector privado a la provisión de servicios esenciales. También se privatizaron las pensiones
Las protestas de 2019 mostraron el descontento de una mayoría que exigía mejores servicios.
El oficialismo y la oposición lograron un acuerdo que convocó al plebiscito para buscar una salida institucional.
En la Convención Constituyente, que se instalará en 2021 y que trabajará un año en la redacción, se necesitará la aprobación de dos tercios de sus miembros para incluir cada uno de sus artículos. (I)
Fuente:www.excelsior.com.mx