El plan piloto de retorno progresivo a las aulas de varias instituciones educativas se quedó en pausa, tras el aumento de contagios por Covid-19 que ha experimentado en las últimas semanas el país; especialmente Quito, donde la ocupación hospitalaria y de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), nuevamente está ‘al tope’.
La información la dio a conocer Yolanda Villalba, subsecretaria de Educación de Quito, quien señala que -desde la semana pasada- el COE nacional dejó de agendarles las solicitudes de pilotaje: “por el momento están suspendidas frente al crecimiento de la curva epidemiológica (…) esperemos que en las próximas semanas nos agenden”.
La funcionaria hace hincapié en que no se ha priorizado los planes de retorno de las instituciones por ser fiscales o particulares, sino que muchas solicitudes han quedado “estancadas” por decisión del COE nacional, que toma medidas de acuerdo a la evolución del virus.
¿Seguirán las clases presenciales?
A nivel nacional, hasta el 11 de noviembre, 79 planteles constan como autorizados para el retorno progresivo. En la capital son 13 las que se mantienen en esta modalidad: seis fiscales y siete particulares.
Si bien, el aumento de casos de Covid-19 ha generado alertas, Villaba dice que no ha recibido disposición para que las instituciones abandonen el pilotaje y vuelvan a las clases virtuales. “Ellos continúan hasta que el COE nacional determine que todos deben regresar al confinamiento (…) los pilotajes son eso, el espacio para monitorear el nivel de responsabilidad frente a la emergencia sanitaria”.
Familiares contagiados
En promedio, 830 estudiantes de entre 3 y 18 años han regresado a las aulas en Quito. Villalba califica esta modalidad como favorable y motivante. “Los niños están sumamente felices de encontrarse en las instalaciones de sus instituciones educativas, vestir sus uniformes, encontrarse con sus compañeros”.
Dentro de la normativa para el retorno progresivo a las aulas, se estipuló el emitir informes quincenales sobre el cumplimiento de las medidas de bioseguridad. Para Villalba, el balance ha sido positivo, pues toda la comunidad educativa está comprometida con el triángulo de vida: uso de mascarilla, gel antibacterial y lavado constante de manos.
Aunque no ha habido reportes de alumnos, ni docentes contagiados con Covid-19, Villalba explica que hasta el momento han existido dos casos en los que los estudiantes debieron abandonar el pilotaje para aislarse, debido a contagios dentro de su núcleo familiar.
En ambos casos, fueron los padres quienes alertaron a la institución sobre los contagios. Los estudiantes cumplieron con el aislamiento, pese a no haber salido positivos y ya volvieron a sus colegios.
Cuando estos casos se presentan, inmediatamente los Ministerios de Salud y Educación activan un protocolo.
En el caso de las instituciones particulares, dentro de los protocolos aprobados, indica Villalba, las familias se comprometen a realizarse periódicamente pruebas rápidas. “Este proceso es de responsabilidad de las instituciones particulares”.
En el caso de los planteles fiscales, periódicamente las brigadas del M. de Salud visitan, no solo la institución, sino la comunidad -por que son escuelas que están en sectores rurales y determinan los índices de contagio. Esto se hace principalmente para detectar casos asintomáticos. (I)
Fuente:www.lahora.com.ec