La propuesta de la izquierda que ganó las cuatro últimas elecciones generales, aparentemente es la favorita para la segunda vuelta del 11 de abril pero su candidato, Andrés Arauz, apenas logró 32,72% de los votos en la elección del 7 de febrero.
Un conservador que perdió en los dos últimos comicios presidenciales, Guillermo Lasso, sacó 19,74%, lo que le da un mínimo margen para lograr el otro puesto en la boleta del balotaje.
En tanto Yaku Pérez, aspirante de un movimiento ambientalista e indígena, obtuvo un inesperado buen resultado, 19,38%, pero por el momento está por detrás de Lasso en la cerrada pugna para entrar a la segunda vuelta. Eso ha provocado acusaciones de fraude por parte de Pérez, que forma parte de un poderoso movimiento que enfrentó una serie de gobiernos desde 1990 y derrocó a presidentes en al menos dos ocasiones en las últimas décadas.
Pérez dijo en rueda de prensa que sus rivales aseguran que no es legal el recuento general de votos “pero, ¿desde cuándo no es legal que sea transparente un proceso electoral, que se abran las urnas?» y aseveró que esta vez los ecuatorianos “tenemos bien abiertos los ojos… y no nos van a hacer trampas, no nos van a hacer fraude”.
Carlos Sucuzhañay, presidente de la Ecuarunari, la mayor organización de indígenas de la región andina, dijo a periodistas que “vamos a iniciar una movilización en defensa de la democracia… vamos a rechazar públicamente lo que ha venido actuando el Consejo Electoral; el pueblo ecuatoriano no puede tener un presidente deslegitimado por un fraude electoral».
La marcha comenzará en la ciudad de Loja, 425 kilómetros al sur de la capital, y recorrerá la región andina hasta llegar a Quito la próxima semana. No se sabe cuántas personas podrían integrar esa movilización, aunque en octubre de 2019 miles de indígenas y estudiantes protagonizaron en Quito una violenta protesta contra el alza de los combustibles, lo que llevó al país al filo del rompimiento democrático.
Acerca de la movilización, Pérez dijo que se hará guardando todas las medidas de precaución para evitar la propagación del coronavirus, pero advirtió “sin la movilización social es muy difícil que acepten la verdad de nuestros pueblos”.
Las autoridades electorales seguían sin decidir el alcance y las reglas para un recuento parcial de los votos de la primera ronda que determine si será Pérez o Lasso quien se mida con Arauz en abril. Un nuevo intento por dar una salida por parte del Consejo Electoral terminó la noche del martes sin resultados debido a que no hubo consenso entre sus integrantes.
El consejero de ese organismo, Luis Verdesoto, dijo a la red de televisión Teleamazonas que “esto simplemente me lleva a activar una extrema desconfianza con lo que está ocurriendo al interior de este Consejo”.
No importa quién gane. “El panorama es muy oscuro desde este momento», dijo Grace M. Jaramillo de la Universidad de la Columbia Británica, quien antes dirigió el Departamento de Relaciones Internacionales de una importante universidad ecuatoriana. “Bajo los tres diferentes escenarios, Ecuador va a enfrentar un momento muy difícil en los próximos cuatro años. Hay mucho pesimismo con Arauz, Yaku o Lasso”.
Arauz cuenta con el apoyo del expresidente Rafael Correa (2007-2017), que sigue teniendo mucha influencia a pesar de una condena a prisión por corrupción que le llevó a radicarse en Bélgica, lejos del alcance de la justicia de Ecuador.
Arauz propone hacer que los ricos paguen más impuestos, reforzar las protecciones al consumidor, la banca pública y las organizaciones locales de crédito y ahorro y alejarse de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional.
La versión de las políticas de izquierda de Correa solía chocar con la de los movimientos indígenas y ambientalistas, alarmados por los avances petroleros y mineros. El partido Pachakutik, de Pérez, y otros movimientos han convocado protestas, algunas de las cuales terminaron con importantes disturbios, contra el gobierno de turno.
“Están totalmente en contra de cualquier candidato que esté con Rafael Correa», dijo Jaramillo sobre los grupos indígenas y sus seguidores. “Esta es una votación en contra de alguien, no a favor de nadie».
En octubre de 2019 las comunidades indígenas encabezaron protestas que obligaron al gobierno de Moreno a dar marcha atrás una iniciativa para poner fin a los subsidios al combustible.
Pérez y Lasso acordaron la semana pasada solicitar un recuento total para la provincia costera de Guayas, donde el candidato conservador tiene un fuerte apoyo, y pedir la verificación del 50% de los votos en otras 16 provincias. Pero Lasso pareció retirar su respaldo a algunos de esos recuentos.
El Pleno del Consejo Nacional Electoral (CNE), visiblemente dividido, no logró los votos suficientes para aprobar el informe y dar paso a la revisión del 100% de actas en Guayas y del 50% en 16 provincias, como se anunció al país.
Guillermo Lasso publicó en sus redes sociales: “Las coincidencias son más que las diferencias. Hoy el país nos necesita unidos, en un mismo frente”. En la audiencia de escrutinio nacional, el Pleno del CNE ya conoció los resultados de las 24 provincias. Solamente están pendientes siete actas con novedades del exterior.
El CNE concedió cuatro días más para completar la tarea. Según el CNE, entre el sábado y domingo ya se proclamarían resultados de la primera vuelta y se abriría un espacio de reclamos, tanto administrativos como jurisdiccionales, ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE).
Quien gane el balotaje del 11 de abril reemplazará a Moreno desde el 24 de mayo para un período de cuatro años.