Tras confirmarse el control en el Centro de Rehabilitación Social Turi (CRS) de Cuenca por los policías-militares, ante el amotinamiento de los reos, autoridades locales mostraron su rechazo en contra de la inseguridad.
Todos exigen el traslado de los presos considerados peligrosos a otras cárceles del Ecuador, cabe recordar que Cuenca sufrió el número más alto de asesinados entre las 3 cárceles.
El ataque ocurrió en el pabellón de máxima seguridad que albergaba a unos 50 privados de la libertad, considerados peligrosos. Según testigos, los atacantes utilizaron armas blancas y de fuego, motosierra y objetos cortopunzantes.
Este martes, ocho de los 15 concejales de Cuenca –mediante un oficio- solicitaron al alcalde, Pedro Palacios, que en la próxima sesión del Concejo Cantonal se trate el tema de lo ocurrido en la cárcel.
El objetivo es exigir al Gobierno el traslado inmediato de todos los reclusos de alta peligrosidad a otros centros del país, donde sí tengan las condiciones adecuadas y que no reciba -de aquí en adelante- a ningún reo de esas características, dice el documento. “Cuenca está conmocionada por lo sucedido en un centro penitenciario ubicado a cinco minutos del Centro Histórico. Es el momento de levantar nuestra voz con cordialidad y respeto, pero con mucha firmeza al Gobierno Nacional”, dijo la concejala, Paola Flores.