La meta del Gobierno ecuatoriano es vacunar a 10 millones de ecuatorianos hasta octubre de este año, y así conseguir el 60% de inmunidad.
Para lograrlo, el promedio de dosis administradas diariamente debería ser de 45.000, número que está alejado de la realidad.
Los reportes del Ministerio de Salud señalan que, para el 8 de marzo había 68.244 personas que recibieron la primera dosis de la vacuna. Mientras que, el 9 de marzo, el número ascendió a 69.929; es decir que cada día se vacuna a un promedio de 1.686 personas.
Proyecciones
La vacunación en Ecuador inició el 21 de enero, cuando llegaron 8.190 dosis de Pfizer. Este debería ser el número de personas que ya han recibido la segunda dosis, aunque esa cifra no se refleja en el portal del Ministerio de Salud.
Aunque las autoridades han señalado que la meta es llegar a octubre con el 60% de la población inmunizada (primera y segunda dosis), no han especificado una fecha.
Alexis Jurado, estudiante de matemática pura, plantea que si se realiza una proyección entre el 7 de marzo al 18 de octubre hay un periodo de 223 días.
Si el promedio de vacunación se mantiene como hasta ahora, habría 375.978 vacunados para mediados de octubre. A los cuales habría que sumarle los 8.190 totalmente inmunizados y los 69.929 que ya han recibido la primera dosis. Esto equivale a 454.067 vacunados, es decir, el 4,54% de la meta planteada por el Gobierno.
Se debía negociar con todos
El investigador Pablo Araujo considera que hubo un mal manejo político y epidemiológico para negociar las dosis.
Todos los países tienen un organismo de control que aprueba el uso de las dosis. En Ecuador, La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), “debió estar pendiente de la fase tres de vacunación y en base a esos resultados aprobar no una, ni dos sino todas. Como hicieron otros países; emitir un registro de emergencia, algo por corto tiempo”, explica Araujo.
La primera vacuna aprobada para ingresar al país fue la de Pfizer, que es la que actualmente se está colocando. Posteriormente, Arcsa dio luz verde a AstraZeneca y a Sinovac.
“A este paso, según mis cálculos, el 2022 es el año en el que nosotros podamos llegar a pensar que tendremos una población al 60% o 70% vacunada”, menciona el experto.
LA HORA pidió una entrevista con Arcsa sobre los criterios para aceptar la importación de una vacuna, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Afectación de la reactivación
El no alcanzar la inmunidad este año “nos va a frenar mucho en la famosa reactivación económica”, dice Araujo.
Pero a más de eso también hay que pensar en la reactivación social, que impacta directamente en la salud mental de los ecuatorianos. “Hay muchísima afectación de las personas por los temas de la distancia. No poder compartir un café con tus amigos, no poder llevar al cine a tus hijos y salir sin tranquilidad como se era antes”.
¿Faltan puntos de vacunación o faltan horas de trabajo?
Actualmente, el país tiene 158 de lo 10.000 puntos de vacunación que el Gobierno prometió habilitar periódicamente.
Si uno de estos puntos -funciona durante ocho horas laborales- podría vacunar a un paciente cada 15 minutos, lo que significaría 32 personas inmunizadas. Si eso se multiplica para los 158 puntos habilitados, a diario debería haber – por lo menos – 5.056 inmunizados.
“Es decir que, o se demoran más de 15 minutos por paciente o están trabajando menos de las 8 horas”, dice Jurado quien destaca que la clave para conseguir la meta está en habilitar más puntos.
Para Araujo esto se debe a una restricción de recursos pues la Red de Salud Pública no contaría con los elementos que necesita la vacuna de Pfizer para mantenerse (estar a menos 70 grados).
“Para transportar las vacunas se necesita hielo seco, pero para almacenarlas un ‘ultracongelador’. Entonces, eso es un limitante en las grandes ciudades. Quito no sé cuántos ‘ultracongeladores’ tenga. En la Universidad Central tenemos uno, pero no nos lo han pedido”, comenta el investigador. (I)
Fuente:www.lahora.com.ec
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