Acostumbrado a los premios, Anthony Hopkins tiene un lugar especial en su casa con los diferentes trofeos Oscar o el Emmy que ha logrado. Además ha conseguido nuevas nominaciones del Sindicato de Actores SAG o el Globo de Oro. Pero el premio Tribute Actor Award del Festival Internacional de Cine de Toronto, que recién recibió, fue especial, porque él se lo dedicó a los trabajadores esenciales del mundo entero.
Apenas fue nominado al Oscar en la categoría de Mejor Actor por su trabajo en El padre. Con esta postulación a sus 83 años, el británico se convierte en el intérprete más veterano en contender en esta categoría.
“Agradezco poder seguir trabajando todavía a mis jóvenes 83 años”, dice.
“Amo la actuación. Amo esta profesión porque sigue siendo un misterio. Pienso tantas respuestas y nunca puedo definir lo que significa realmente. Disfruto la experiencia. Pero también pienso que actuar solo se trata de saber bien la letra, sin analizar nada demasiado, simplemente disfrutar el proceso. Y lo disfruto. Eso es todo.
“He tenido una vida muy afortunada como actor. El padre es una película intensa, profunda, perturbadora, demandante y sin embargo, durante el rodaje todos se veían calmados, libres, siempre con un ‘buen día’, ofreciendo té en el desayuno, preguntando si yo estaba bien, hasta que alguien gritaba “ok, stand by” para encender la magia del cine.
Basada en la obra de teatro francesa Le Père, la película El padre (The Father) estrenó antes de la pandemia en el Festival de Sundance, y ya no pudo llegar a las salas de cine por el cierre. Pero con el respaldo de los estudios Sony y Lionsgate compite en el Oscar, con el paso por otros festivales de cine como el Zurich Film Festival, San Sebastián y el especial TIFF de Toronto donde incluso ya fue premiada por el público como Mejor Película.
“Se trata de una historia en la que muchos pueden llegar a identificarse con sus propios padres”, dice Anthony Hopkins, quien interpreta al hombre que rechaza cualquier tipo de ayuda de su hija, con la llegada de la vejez.
“En El padre lo importante fue el guion. Muy pocas veces se encuentra ese estilo de magia donde el guion te captura por completo. Por ahí pasó la pasión de filmar esta historia. La primera parte de la película es una historia que afecta a todos, por esta persona que está muriendo de demencia. Está fuera de sí, pero la gente que lo rodea es la que se quiebra por tanta frustración, se siente cómo se les quiebra el corazón por no saber cómo se puede ayudar.”
Una buena actuación también ayuda al tener en frente buenos actores como Olivia Colman, con quien comparte créditos.
“Sí, trabajar con actores brillantes no siempre es tan fácil. No soy de practicar deportes, pero supongo que es como jugar buen tenis, trabajar con alguien como Olivia Colman. Y cuando trabajas con gente brillante se consiguen momentos intensos, con amor, donde la improvisación fue divertida.(E)
Fuente:www.excelsior.com.mx
GCH