Su rostro dio la vuelta al mundo al aparecer en el video que mostraba los últimos minutos de vida del afroestadounidense.
Chauvin fue el agente de policía que durante más de nueve minutos mantuvo su rodilla sobre el cuello de Floyd, mientras este, tirado en el piso, repetía: “No puedo respirar”.
Este lunes empezó el juicio contra el expolicía por los hechos ocurridos el 25 de mayo de 2020. Está acusado de asesinato en segundo grado (doloso) y homicidio en segundo grado. Otros tres agentes serán juzgados a finales de este año por el mismo caso.
Tras la muerte de Floyd, Chauvin fue expulsado de la Policía de Minneapolis y fue arrestado e internado en una cárcel de máxima seguridad. En octubre logró salir en libertad condicional con una fianza de US$1 millón.
En el estado de Minnesota, el cargo deasesinato en segundo grado exige a la Fiscalía probar que Chauvin tenía la intención de matar a Floyd o que lo mató mientras llevaba a cabo otro delito.
En cuanto al cargo de homicidio en segundo grado, el estatuto de Minnesota lo recoge para quien cause la muerte de otra persona por negligencia al crear un peligro no razonable y arriesgarse de forma consciente a causar la muerte o un gran daño físico.
La fiscalía también quiere añadir el delito de homicidio en tercer grado, que castiga a quienes sin intención de matar realizan actos peligrosos para otros que evidencian una “mente depravada, sin respeto por la vida humana”.