La maestra Jacqueline Torres ha vuelto a instalar un acogedor y colorido salón de clases en un rincón de su casa. Tiene afiches, pizarra y un baúl con títeres y sombreros. En su computador ha preparado la bienvenida y las primeras actividades que desarrollará junto a sus alumnos de quinto de básica desde mañana, viernes 7 de mayo del 2021, cuando empezará un nuevo año escolar en el ciclo Costa.
2 423 181 alumnos de planteles públicos, particulares, fiscomisionales y municipales empezarán el periodo 2021-2022 bajo la modalidad no presencial, al menos en el arranque del año. Las instituciones tienen listos sus planes de posible retorno a las aulas, pero todo dependerá de la situación epidemiológica del país y de los COE cantonales. La pandemia obliga, otra vez, a adaptarse a las pantallas. Pero la maestra Torres confía en que no será complicado.
El 2020 la Unidad Particular Politécnico (Copol), en Guayaquil, se familiarizó con plataformas en línea como Moodle y Zoom. Recurrieron a simuladores para ingresar a los laboratorios y realizaron tours virtuales para enseñar Historia y Geografía. “El año anterior fue un reto porque hubo que reestructurar la forma de dar clases. Me preocupaba establecer el vínculo emocional para el aprendizaje, pero los chicos superaron mis expectativas”, cuenta la docente, lista con su uniforme y con un computador lleno de novedosas aplicaciones. Para el sector fiscal será algo diferente.
Este 7 de mayo del 2021 empezarán los contactos y saludos con alumnos, todo a través de grupos de WhatsApp. Y desde el lunes enviarán la agenda con las primeras actividades. Desde mediados de abril, los docentes públicos han participado en capacitaciones virtuales a través de la plataforma Teams. El lunes, Carlos Pazmiño se conectó puntualmente.
Por casi una hora el maestro de la Unidad Pedro Carbo conoció las nuevas estrategias de Aprendemos juntos en casa. Seis semanas han sido separadas para el diagnóstico y refuerzo. “En las dos primeras enviarán tareas, para evaluar el desarrollo de habilidades -explica Milton Azunción, asesor de la zona 8-. Y las otras cuatro semanas serán de nivelación formativa”. Las clases presenciales siguen en planes.
Será así al menos hasta el 20 de mayo, cuando finalice el actual estado de excepción en 16 provincias. La subsecretaria distrital de Guayaquil, Alexandra Higgins, recordó que los establecimientos cuentan con su Plan Institucional de Continuidad Educativa. Esa sería la hoja de ruta para volver, una vez que se dé la autorización. “Hay tres palabras clave en el retorno -dice Higgnins-: voluntario, habrá padres que no quieren enviar a sus hijos; alternado, acudirán por grupos; y progresivo, quizá empecemos con pocos estudiantes”.
El Colegio Alemán Humboldt, en el norte de Guayaquil, ha preparado tres escenarios. Por ahora han arrancado con una modalidad en línea, pero el rector general, Andreas Herzog, agrega otras dos posibilidades: las clases semipresenciales y las 100% presenciales. Ambas, aclara, dependen de la aprobación de las autoridades y de los padres.
En un video ilustrativo el plantel detalla que cada salón acogerá hasta 12 estudiantes, organizados en grupos que asistirían en semanas alternadas, por entre cuatro y cinco horas diarias. La jornada se trasmitirá por Zoom para quienes elijan seguir en casa. Además proponen asesorías personalizadas, seguimiento de tareas y cursos de apoyo, en línea y semipresenciales. El Copol tiene una estrategia similar.
El rector Rodolfo Chang adelanta que las clases en línea se complementarán con grupos reducidos de alumnos que acudirán, inicialmente, a los laboratorios. “En la segunda etapa habrá clases presenciales y en línea, si las condiciones lo permiten”. Otro elemento para pensar en el regreso es la inmunización docente. Según Educación, 141 257 dosis han sido aplicadas hasta el martes 4 de mayo del 2021.
Cuatro días antes del nuevo año escolar, el docente Guido Bazán y la psicóloga María Paredes recibieron la vacuna. Coinciden en que la inmunidad les dará mayor seguridad, pero dudan sobre reunirse nuevamente con sus alumnos. “Ahora el temor es que ellos adquieran el virus -comenta Bazán-. Están circulando nuevas variantes y los niños pueden ser más susceptibles al contagio”.