Las negociaciones aún están en duda, pero ambos lados dicen quererlas.
Desde hace un par de semanas la crisis en Venezuela ha vuelto a ser noticia ante la posibilidad de diálogo entre la oposición y el régimen de Nicolás Maduro, quien ha puesto una complicación más para llevarlas acabo: Acabar con las sanciones.
En 2019 Maduro había finalizado un proceso de diálogo por sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, que sigue siendo el principal apoyo de Juan Guaidó, al que el país norteamericano y otros Estados siguen reconociendo como presidente interino.
La noche del miércoles Maduro dijo que para negociar quería el “levantamiento inmediato de todas las sanciones y medidas coercitivas unilaterales; reconocimiento pleno de la Asamblea Nacional y los poderes del país y la devolución de cuentas bancarias a Petróleos de Venezuela y el Banco Central de Venezuela”.
Añadió que tras esos tres puntos está dispuesto a negociar cuando quiera la oposición y donde quiera. Además de medirse con ellos en las elecciones de gobernadores y alcaldes de noviembre, para las que la oposición aún no cree que haya los avances suficientes para que sean legítimas, aunque reconocen la representación a favor de la oposición que ahora tiene el Consejo Electoral.
Maduro también criticó a Juan González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puesto que este había dicho que su país seguirá trabajando con la comunidad internacional para “presionar al régimen para que tome medidas concretas hacia unas elecciones libres y justas”.
“No te metas con Venezuela y nos resbalan, Juan González, tus amenazas, tus estupideces, no te metas con Venezuela. A Venezuela se respeta”, apuntó Maduro.
La negociación entre Guaidó y Maduro está planteada desde el pasado 11 de mayo cuando el opositor lanzó la propuesta sobre la mesa a fin de alcanzar lo que denominó como “acuerdo de salvación nacional” por el que pide elecciones generales libres y justas, recuerda Efe.
Sin embargo, aún hay líderes que se niegan a ese diálogo, como María Corina Machado, quien e
En tanto, la oposición reiteró este jueves la petición de liberación de los ocho militares secuestrados por un grupo de disidentes de la extinta guerrilla de las FARC hace más de un mes, en medio de los enfrentamientos entre la Fuerza Armada y grupos irregulares colombianos en una zona fronteriza desde marzo.
Mientras que Argentina se retiró de la demanda que varios países presentaron en 2018 ante la Corte Penal Internacional (CPI) para investigar presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela, lo que ha generado polémica este jueves entre el Gobierno de Alberto Fernández y la oposición.
Si bien la decisión del Ejecutivo argentino de desvincularse de esa solicitud judicial se remonta a marzo pasado, cuando salió del Grupo de Lima -que desconoce a Nicolás Maduro y busca salidas para la crisis que vive Venezuela-, el hecho trascendió ahora.
“Lamentamos profundamente esta decisión del Gobierno argentino, que lejos de defender la justicia y los derechos humanos de miles de víctimas venezolanas, beneficia a quienes han cometido crímenes de lesa humanidad, de manera probada y documentada”, señaló en Twitter Elisa Trotta, representante en Argentina de Guaidó.