El oficialismo amplió su poder territorial al ganar en 11 de 15 gobernaciones estatales, pero no controlará los dos tercios de la Cámara de Diputados.
Aunque el oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena) perdió fuelle en la Cámara de Diputados, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este lunes que los resultados electorales son un gran espaldarazo para su obra de Gobierno, la llamada “cuarta transformación de México”.
“Agradezco mucho porque como resultado de esta elección los partidos que simpatizan con el proyecto de transformación que está en marcha van a tener mayoría”, celebró este lunes un presidente triunfal en su rueda de prensa matutina.
Lo cierto es que las elecciones intermedias del domingo, consideradas las más grandes de la historia de México, dejaron un resultado ambiguo, lejos de la victoria avasalladora que esperaba el mandatario. Además la campaña estuvo marcada por la violencia: hubo al menos 935 agresiones contra políticos, incluyendo 97 políticos desde septiembre, 36 de los cuales eran candidatos.
Morena logró retener la mayoría absoluta junto con sus aliados y amplió su poder territorial al ganar al menos en 11 de las 15 gobernaciones estatales en juego, pero no controlará los dos tercios de la Cámara de Diputados necesarios para reformar la Constitución.
“El resultado muestra que Morena ya no es el partido hegemónico surgido en 2018”, dijo a EFE Gustavo López Montiel, profesor de Ciencia Política en el Tecnológico de Monterrey.
Las proyecciones del Instituto Nacional Electoral (INE) dan al partido del presidente entre 190 y 203 de los 500 escaños de la Cámara Baja, una reducción respecto a los 253 que ostentaba hasta ahora.
Pero sumado a sus socios del Partido del Trabajo (PT) y del Partido Verde (PVEM), superará la mayoría absoluta (251), necesaria para aprobar leyes y presupuestos durante la segunda mitad del mandato de López Obrador, que concluye en 2024.
Lo que parece complicarse son sus planes de reformar la Constitución para blindar la reforma energética que favorece a las empresas del Estado o de modificar el Instituto Electoral, pues se requieren dos terceras partes de la Cámara de Diputados.
Para frenar esa mayoría se había unido la oposición en la ecléctica coalición “Va por México” (PAN, PRI y PRD), que obtendría entre 181 y 213 escaños, mientras la tercera vía del Movimiento Ciudadano (MC) lograría entre 20 y 27.
“La oposición no frenó el proyecto de López Obrador, pero sí logró contener el avance electoral de Morena”, dijo a EFE el politólogo Khemvirg Puente, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).