Realizaron una marcha por los alrededores de esa casa de salud, que se ubica en el centro norte de la capital.
“Respeto, respeto, respeto, medicina”, fue el grito que hicieron varias personas que se concentraron —este lunes 7 de junio— en los exteriores del hospital Carlos Andrade Marín (HCAM) del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), en el centro norte de Quito.
Acompañaron sus gritos con el sonido de tambores. Hubo carteles con frases como “médicos atados de manos”.
Fue una protesta hecha por algunos médicos, quienes colgaron sus mandiles por una supuesta ausencia de medicamentos e insumos para tratar a pacientes con cáncer o con enfermedades crónicas. Cuestionaron además la falta de experiencia de administraciones pasadas.
Abel Godoy, galeno de esa casa de salud, expresó que no es que el equipo médico no esté listo para atender, sino que no tiene con qué.
Pacientes también se unieron al reclamo.Algunos afirmaron que han tenido que remplazar unos fármacos por otros que no tendrían la misma efectividad.
Ana Vivanco exigió al Gobierno que se entregue la medicina y que haya la atención prioritaria a las personas que padecen enfermedades raras y poco frecuentes.
María Dolores Páez, quien padece hipertensión pulmonar, dijo que han enviado varias cartas a las autoridades sin que hayan obtenido una respuesta favorable.