Más de medio centenar de personas cuyas viviendas están asentadas en la calle Gonzalo Pizarro se mantienen en alerta desde la mañana del jueves, cuando se produjo un socavón que evidencia la constante actividad minera en el subsuelo de la zona poblada del cantón Zaruma. Incluso tuvieron que reparar varias partes cuarteadas por un asentamiento de tierra.
“Tenemos miedo de que se hundan las casas y hayan tantos muertos, los trabajos están debajo de la ciudad, pasan varios sableros (mineros ilegales) y no hay autoridad que controle a estas personas que han sacado material por más de 25 años”, expresó Marlene Pineda, moradora de la calle afectada.
Desde la mañana del jueves se restringe el tránsito vehicular, por esta medida las familias deben dejar sus autos fuera de un perímetro. Temen de un colapso de las paredes de sus viviendas, “hemos hecho reparaciones porque se han asentado las bases de las casas, incluso la calle ya tiene una inclinación” dijo Fátima Ramírez, una de las afectadas.
Las afectaciones empezaron en el año 2017, los habitantes dicen que la ladera está asentándose lentamente y que esperan que las labores de remediación empiecen lo antes posible para no perder sus construcciones. La noche del jueves escucharon estruendos en el interior del socavón y las familias salieron a las calles para observar lo que sucedía.