La tercera dosis de la vacuna contra el Covid-19 ha sido aprobada en 10 países del mundo para hacerle frente a la variante delta. Pero, el debate sobre la necesidad de una dosis de refuerzo está sobre la mesa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los datos científicos “no justifican por el momento” esa dosis, y alegan que además su aplicación “incrementa la desigualdad” de la vacunación en el mundo.
“Entendemos la preocupación de los gobiernos por proteger a sus poblaciones de la variante delta, pero no podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayoría de los suministros de vacunas, utilicen todavía más, mientras que las poblaciones más vulnerables del mundo siguen sin protección”, expresó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El organismo sanitario pidió a los países miembros que sean “extremadamente cautos” y “no se vean tentados” a comenzar a administrar terceras dosis de las vacunas anticovid-19. Si bien el anuncio de la OMS es claro, las farmacéuticas que desarrollaron las dosis también han presentado los resultados de sus análisis de las terceras dosis.
Por ejemplo, Sinovac dijo que los niveles de protección inmune tras la aplicación de la dosis de refuerzo es entre tres y cinco veces mayor. Mientras que la farmacéutica estadounidense Pfizer aseguró que una tercera dosis de su vacuna produce niveles de anticuerpos contra la variante delta cinco veces más altos en personas entre 18 y 55 años.
Y genera hasta 11 veces más anticuerpos en la población entre 65 y 85 años. Pfizer calcula que esa tercera dosis podría “impulsar con fuerza” la protección y potencialmente multiplicar por 100 la neutralización, en comparación con el esquema actual de dos dosis.