Miguel Ipiales, padre de los dos niños que fueron arrastrados por un aluvión en Ibarra (Imbabura), recuerda que cinco minutos antes de las 21:00 del martes 9 de noviembre de 2021, recibió una llamada telefónica de su esposa, Yadira Díaz.
Ella le transmitió el pedido de sus dos hijos, Santiago y Sebastián, que le decían que no viaje de Ibarra a Riobamba, en la Sierra centro, esa noche.
Ipiales, de 31 años, salía constantemente a otras ciudades para laborar como obrero de la construcción. A pesar del pedido, decidió viajar. No tomó en cuenta la solicitud de sus hijos que le hacían por primera vez.
Para confortarles les dijo que los días pasarían rápido y que se iba a ganar dinero para comprarles un regalo en Navidad.
La joven pareja de esposos nunca imaginó que sus dos únicos hijos iban a ser sorprendidos por una tragedia. Santiago, de 7 años, y Sebastián, de 9, fueron arrastrados por un torrente de lodo, en el sur de Ibarra.
El aluvión ocurrió tras una intensa lluvia que cayó en esta localidad de la provincia de Imbabura, ubicada en el norte de Ecuador.
Los pequeños retornaban a casa después de un entrenamiento de fútbol de la escuela formativa del Imbabura Sporting Club. “Papi ya no me llamara, me voy al entrenamiento y el teléfono celular le voy a dejar cargando”, le dijo el hijo mayor en un mensaje de WhatsApp.
Cada que tenía oportunidad, Ipiales les iba a dejar y a retirar del estadio y los llevaba al inmueble que arriendan en el barrio San Francisco de Chorlavisito.
La noche de la tragedia, el 10 de noviembre, vecinos del sector se unieron a la búsqueda y encontraron el cuerpo sin vida de Santiago.
Instituciones de rescate y seguridad activaron el sistema de comando de incidentes para organizar la búsqueda del otro niño.
La mañana del lunes 15 de noviembre de 2021, tras cinco días de búsqueda, aún no había resultados positivos. Los socorristas rastrearon por la quebrada y río desde el Ejido de Ibarra hasta la parroquia de Salinas en una distancia de 35 kilómetros.
En una nueva fase utilizaron maquinaria pesada para remover los escombros. Una retroexcavadora retiraba hoy las piedras y lodo cerca del puente en donde fue encontrado el menor fallecido. Los angustiados padres seguían las labores de cerca.
Pablo Vásquez, oficial de bomberos y comandante del incidente, explicó que tras realizar varios barridos han descartado la hipótesis de que el cuerpo del menor hubiera quedado atrapado en la superficie.
Por eso durante este día las labores se centraron en el retiro de sedimentos desde el sitio en donde cayeron los chicos hasta el Puente del Milagro, en el norte de Ibarra. Vásquez indicó que con estos trabajos intentan ver si el chico se encuentra sepultado en alguna parte.
Además, un equipo de cuatro buzos del Cuerpo de Bomberos de Ibarra hizo sumersiones en una especie de cuevas que hay en el afluente que cruza por el barrio de Milagro.
Esta tragedia causó conmoción en la localidad. Es el primer incidente de esta magnitud que ha ocurrido este 2021.