Los menores de edad y sus familiares estaban tomando chocolate en la vereda cuando llegaron los asesinos. Su sobrino de 11 años falleció el día del hecho
Cuarenta y siete días de agonía vivió Jandry, de 9 años. El niño fue una de las cuatro víctimas de la balacera ocurrida la noche del pasado 6 de enero en las calles 33 y Capitán Nájera, en el suburbio de Guayaquil. Falleció la madrugada de este martes 22 de febrero.
En día del suceso su tío, 11 años, murió tras recibir un impacto de proyectil. Aquella noche los dos niños, sus familiares y vecinos estaban sentados en la vereda tomando chocolate, por el Día de Reyes cuando los criminales, quienes llegaron a bordo de dos vehículos les dispararon. Según la Policía utilizaron una subametralladora.
Las otras personas heridas fueron la mamá del pequeño de 9 años, la abuela del de 11 y un vecino. El menor de los niños se encontraba internado en el hospital Francisco de Icaza Bustamante ya que tenía una bala alojada en su cabeza.
Un familiar manifestó que los médicos les habían informado que el estado de salud del pequeño era delicado, sin embargo, ellos tenían la esperanza de que un milagro pudiera salvar su vida.
De acuerdo a información proporcionada por la Policía a este Diario el día posterior al suceso, la persona a quien iban a victimar los sicarios era al padre del niño de 11 años, quien registra antecedentes penales.