Más de 20 personas murieron ayer en Merefa, tras los ataques. Rusia llama a Kiev a pensar en el destino del país.
En el vigésimo segundo día de invasión rusa a Ucrania, la perspectiva de un acuerdo para un alto el fuego parece acercarse, según la parte ucraniana, quien reconoce sin embargo que la negociación es ardua, aunque los combates continúan día a día.
Pero más de tres semanas después del inicio de la “operación militar especial” de Rusia en Ucrania, las fuerzas armadas rusas se centran en el frente sur, especialmente en Mariupol y Zaporiyia, y no cesan su ofensiva, pese a las negociaciones en marcha con Kiev.
Según Mikhail Podolyak, asesor del presidente ucraniano, en unas declaraciones recogidas por las agencias rusas, las negociaciones con Rusia avanzan “muy arduamente”, pero se avecina un acuerdo.
Mientras se habla de ‘acuerdos’ al menos 21 personas fallecieron y otras 25 resultaron heridas en el bombardeo que las tropas rusas han efectuado la madrugada de ayer en Merefa, una ciudad del este de Ucrania cercana a Járkov y a pocos kilómetros de la frontera rusa. Las autoridades ucranianas habían informado de que el ataque había afectado a una escuela y a un centro cultural, si bien no han precisado si hay menores entre las víctimas. Además, diez de los heridos se encuentran en estado grave, según la fiscalía regional.
Al menos una persona resultó muerta la madrugada de ayer y tres heridas tras caer varios fragmentos de un misil ruso derribado por las fuerzas ucranianas sobre un bloque de apartamentos del distrito de Darnitski de Kiev.
Al menos 53 personas han resultado muertas en los bombardeos rusos en la ciudad de Chernígov, en el norte de Ucrania, en las últimas 24 horas, informó Viacheslav Chaus, jefe de la Administración Estatal de esa región en un mensaje en Facebook que recoge la agencia Ukrinform. “El enemigo está exponiendo la ciudad a la artillería sistémica y los ataques aéreos, destruyendo la infraestructura civil de Chernígov”, dijo el responsable regional.
El ataque con proyectiles ha afectado a varias instalaciones de la ciudad, de unos 21.500 habitantes y situada a unos 30 kilómetros de la frontera con Rusia. El Servicio Estatal de Emergencias ha indicado en un mensaje en su cuenta en Telegram que “como resultado del ataque, el edificio de dos plantas ha quedado parcialmente destruido” y revela que se ha registrado un incendio en las instalaciones.
Rusia llamó ayer a las autoridades de Kiev a pensar en el destino del país y de su gente y “tomar las decisiones correspondientes” para acercar el fin de la “operación militar especial” comenzada por Moscú hace tres semanas.
“Instamos al régimen de Volodímir Zelenski a sacar las conclusiones correspondientes y las decisiones pertinentes”, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova.
Agregó que la operación militar continuará hasta conseguir sus objetivos que, según dijo previamente Moscú, consisten en la renuncia de Kiev a la península de Crimea y el Donbás, así como garantías de su estatus no nuclear y neutral con respecto a la OTAN.
Las familias ucranianas evacuadas de la ciudad sitiada de Mariupol describen el ‘infierno’ que han dejado atrás, los cadáveres que se acumulan en las calles y las frías noches en los sótanos para protegerse de las bombas, con temperaturas bajo cero. Mientras las fuerzas rusas bombardeaban la urbe cuentan que tuvieron que derretir nieve para beber agua mientras escaseaba la comida y no había suministro eléctrico.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elevó ayer el tono contra su homólogo ruso, Vladímir Putin, al describirlo como un “dictador asesino” que ha autorizado ataques “inhumanos” contra Ucrania. El mandatario estadounidense utilizó esas palabras un día después de tachar a Putin de “criminal de guerra” algo que el Kremlin consideró “inaceptable e imperdonable”. Estados Unidos aseguró a principios de marzo que está “documentando” los ataques rusos en Ucrania y su impacto en la población civil para asegurar que Rusia “rinda cuentas” en caso de que se determine que ha cometido crímenes de guerra.