Rodeados de obreros y fundas negras. Así fue el último destino de 51 cuerpos sin identificar que fueron sepultados en el Parque de la Paz ubicado en la parroquia La Aurora, en el cantón Daule.
La alerta la emitió el Comité Permanente de Derechos Humanos (CDH) que denunció que estos cadáveres estaban siendo enterrados sin que las autoridades informaran de la diligencia. Su director ejecutivo, Billy Navarrete, explicó a EXPRESO que “la totalidad de los cuerpos son los que no han podido ser identificados luego de varias pericias”.
PANDEMIA
Debido al colapso del sistema de salud, más de 130 cuerpos se extraviaron. Desde el 2020, las familias siguen buscando a sus parientes.
Asimismo, denunció que los familiares que han venido reclamando los cuerpos de sus parientes tampoco habían sido informados de la sepultura de los cadáveres. “Ellos, a la larga, tenían la expectativa de que uno de esos cuerpos sea el de sus parientes”, destacó Navarrete.
Este Diario acudió al camposanto para verificar la alerta y encontró a más de tres obreros sellando las bóvedas de uno de los bloques de la zona 12 del cementerio.
Además, como si de un secreto de tratara, su trabajo estaba siendo encubierto por toldas de plástico negro que rodeaban toda la planta baja del bloque. Asimismo, se identificó que muchas de las bóvedas ya estaban selladas, pero que en otras las tapas estaban sobrepuestas.
Asimismo, en un recorrido hecho alrededor de la zona donde los cuerpos estaban siendo sepultados, se encontró a más obreros descansando.
Uno de los guardias del camposanto confirmó a EXPRESO que personal de Criminalística estuvo en la mañana supervisando el inicio de los trabajos. Además, indicó que “todos los cuerpos están aquí”.
Asimismo, los obreros señalaron que durante la jornada de ayer, 30 de marzo de 2022, no iban a alcanzar a sellar todas las bóvedas y que los trabajos continuarían hoy hasta el mediodía.
Una media hora después, un camión llegó al lugar para retirar el material sobrante del día. Entre bromas y conversaciones, los obreros retiraban las toldas negras y recogían el cemento sobrante del suelo.
Según el informe de rendición de cuentas del Servicio Nacional de Ciencias Forenses, hasta el 31 de diciembre de 2021, se reportó 61 cuerpos sin identificar. Por su parte, Navarrete recuerda que “el grueso de estos cuerpos” fueron sepultados en el Parque de la Paz de Pascuales, a finales del 2020.
Se procedió sin ningún contacto con las familias que han estado reclamando. No es lo adecuado.
Billy Navarrete, director ejecutivo del Comité Permanente de Derechos Humanos
Además, hace hincapié en que tanto en la diligencia anterior y la actual (de La Aurora) “no hay cómo revocarla porque está siendo ejecutada”.
Además, indica que la sepultura de los 51 cadáveres se suma al reclamo de las personas que piden la exhumación de los cuerpos que el Estado les entregó por considerar que no son sus parientes.
“No hemos visto que el Gobierno pida ayuda”, hace hincapié Navarrete y señala que las autoridades deberían pedir ayuda a otras organizaciones o Estados para que contribuyan a la identificación de los cuerpos.
Asimismo, indica que como Comité Permanente de Derechos Humanos temen que la indagación previa por el presunto delito de incumplimiento de decisiones legítimas de autoridad competente no encuentre a los responsables.
Esto, como referencia a que en el Gobierno de Lenín Moreno se prometió que los cuerpos recibirían un entierro digno. Sin embargo, a criterio del CDH la sepultura de los 51 cuerpos se enmarcan “en términos generales, en una fosa común”.
En ese sentido, Navarrete indica que el Estado debe reconocer la grave vulneración de Derechos Humanos que está cometiendo y que instruya a los familiares para que busquen a sus parientes a través del Banco de Datos Genéticos.