China defendió el arresto de un cardenal católico de 90 años bajo la ley de seguridad nacional de Hong Kong, una acción que desató duras críticas internacionales y temores por la supresión de las libertades en la ciudad.
El cardenal católico Joseph Zen fue arrestado junto a otros activistas prodemocracia por «conspirar con fuerzas extranjeras».
También fueron detenidos la cantante de pop cantonés Denise Ho, la abogada Margaret Ng y el profesor universitario Hui Po-keung, este último cuando intentaba viajar a Europa para asumir un puesto de trabajo.
«Las personas involucradas son sospechosas de conspirar con países extranjeros o fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional, un acto de naturaleza grave», dijo en un comunicado la Oficina del Comisionado, que representa al ministerio chino de Relaciones Exteriores en Hong Kong.
Los cuatro fueron detenidos por su participación en un fondo de defensa, ya disuelto, que ayudó a cubrir los costos legales y médicos de los detenidos durante las grandes manifestaciones prodemocracia de 2019.
China respondió con una campaña para aplastar el movimiento y transformar a Hong Kong a su propia imagen autoritaria.
Zen y sus compañeros, quienes fueron liberados bajo fianza, se suman a las más de 180 personas detenidas bajo la ley de seguridad nacional que impuso Pekín para contener las protestas.
A la mayoría de los arrestados se les niega fianza y pueden ser sentenciados con hasta condenas de cadena perpetua.
– «Preocupante» –
Países occidentales criticaron los arrestos y acusaron a Pekín por socavar las libertades que había prometido mantener en Hong Kong.
Estados Unidos, que sancionó a autoridades chinas por la represión, pidió a Pekín «parar de acosar a los activistas de Hong Kong».
La ministra canadiense de Relaciones Exteriores, Melanie Joly, calificó los arrestos como «profundamente preocupantes».