«Jurassic World: Dominion», la última entrega de la saga cinematográfica que Steven Spielberg comenzó en 1993 con «Jurassic Park», comienza en la prehistoria.
Los primeros 5 minutos del metraje de la película, que ya está en las salas de Latinoamérica, se lanzaron en YouTube en octubre como parte de una campaña promocional y sitúan a la audiencia en un mundo en el que los dreadnoughtus, los quetzalcoatlus y los anquilosaurios son amos y señores de la Tierra.
En su momento clímax, el clip muestra una batalla titánica: el tiranosaurio rex, estrella indiscutible de la saga hasta el momento, enfrentándose al giganotosaurio, una bestia de 4 metros de alto y 6 toneladas de peso, que busca destronar al rey.
Pero aunque pareciera que Hollywood hubiera logrado abrir una ventana directa a cómo se veía nuestro planeta hace 66 millones de años, los científicos nos recuerdan que lo que vemos en pantalla es solo ficción. Con un poco de ciencia incluída.
«Tienes que recordar que las películas de Jurassic Park no son documentales», le dijo a BBC Mundo Jack Horner, el reconocido paleontólogo estadounidense que asesoró a Steven Spielberg durante la producción de Jurassic Park y The Lost World: Jurassic Park.