A pesar de no estar incluido entre los principales favoritos, conquistó la gloria del deporte y corrió una carrera memorable para ganar la segunda medalla de oro para el país en juegos olímpicos.
Por las características de la carrera, el tricolor ecuatoriano no era la principal opción para subir al podio, pero su coraje le permitió salir desde lejos e imposibilitar que otros favoritos lo alcanzaran.
Fue una demostración de resistencia y valentía que conmovió a todo el país y dio la vuelta al mundo.
Carapaz tuvo a Jhonatan Narváez un compatriota que marcó el ritmo de la competencia en buena parte del recorrido. Entre los dos labraron el camino de esa histórica victoria.