Llegó a la florícola donde trabajaba su exconviviente, en el cantón Pedro Moncayo: la apuñaló doce veces y la asfixió.
Antes de morir, la mujer de 20 años identificó a su victimario.
A 34 años y 8 meses de pena privativa de libertad fue sentenciado Jordan T., al demostrarse su responsabilidad en el femicidio de su expareja, con quien tuvo un hijo.
Un trabajador del lugar fue testigo presencial del hecho, por lo que avisó a los guardias para que la auxiliaran.
La mujer fue trasladada hasta una casa de salud, donde contactaron a la Policía para las primeras diligencias legales.
La víctima, aún con vida, identificó a su agresor, pero por la gravedad de las heridas falleció horas después.
Las hermanas de la víctima contribuyeron con la información necesaria para dar con el paradero de Jordan T.
Se lo ubicó en la comunidad El Topo de la parroquia San Pablo de Lago, en Imbabura, donde fue aprehendido.
Ante los jueces quedó demostrado que Jordan T. fue autor del crimen y lo sentenciaron a la pena máxima prevista en la Ley.
Además, se ofició al Ministerio de Inclusión Económica y Social para que al hijo de la pareja se le asigne un bono de protección que asegure su bienestar y el tratamiento psicológico para la madre de la víctima.
Jordan T. recibió sentencia agravada por el delito de femicidio, tipificado en el artículo 141 –en concordancia con el 142, numeral 2– del Código Orgánico Integral Penal (COIP), más las agravantes del artículo 47, numeral 7, del mismo cuerpo legal.