La segunda vuelta electoral está en marcha y las propuestas de ocho candidatos se han reducido a solo dos. Una que ha llamado la atención sobre el tratamiento de las cárceles ha sido la de Daniel Noboa, candidato presidencial por la Alianza ADN, quien plantea activar una cárcel flotante para los delincuentes más peligrosos.
Una acción que contemplada en su plan de seguridad: «Tener cárceles en barcazas ubicadas a 80 millas (náuticas) mar adentro», expresó en una entrevista en el programa de Ecuavisa. Esto se traduciría en una distancia de 148.1 kilómetros, un poco más que la distancia entre Guayaquil y Salinas.
En realidad, son muy pocos los países que han optado por esta alternativa, y su implementación no ha estado exenta de polémica y preocupaciones sobre la posible vulneración de los derechos humanos. Aquí el detalle de cómo funcionan y dónde se han aplicado.
Cárceles barcaza: ¿Se han aplicado en América Latina?
¿Exactamente cómo funcionan? Las «cárceles barcaza» se las describe como instalaciones penitenciarias flotantes que se ubican en embarcaciones para alojar a reclusos y que cumplan su pena en un entorno marítimo. En el pasado el objetivo fue mitigar los problemas de sobrepoblación carcelaria.
Y bajo ese argumento el candidato presidencial también respalda su propuesta, «busca solucionar los problemas de hacinamiento que existen en los centros penitenciarios del país de una forma rápida y más económica», dice un escrito que el personal de comunicación de Noboa compartió con este medio.
Pero, ¿en qué países han funcionado? El experto en temas penitenciarios en Latinoamérica y académico, Gustavo Fondevila, explica que este tipo de cárceles han sido aplicadas sobre todo en países anglosajones «como tradición del imperio británico, también Estados Unidos tuvo una cárcel barcaza en Nueva York».
Sin embargo, en América Latina, el experto dice que jamás han sido implementadas, «lo que sí ha habido son barcazas prisión que funcionan temporalmente, en eso sí, hay experiencias en Chile y Argentina para encerrar a la disidencia política durante las dictaduras».