Científicos mexicanos transformaron la leche materna en un alimento en polvo con el cual nutren a hijos de madres reclusas y a bebés prematuros con problemas críticos de salud que no pueden ser amamantados por sus propias madres.
Blanca Aguilar Uscanga, investigadora del campus de ciencias exactas de la Universidad de Guadalajara (oeste de México), contó a la agencia de noticias EFE que trabajó por una década en tener leche materna disponible por largo tiempo sin que perdiera sus nutrientes naturales.
Lo que comenzó como un proyecto de tesis para su doctorado en Biotecnología, luego se convirtió en un banco de leche humana para alimentar a hijas e hijos de madres reclusas que no podían amamantar, y, después, en un proceso que permite secar y pulverizar esa leche.
Explicó que otros bancos de leche en hospitales de México conservan este líquido mediante un proceso de congelación y pasteurización con el que pierden algunas de sus propiedades.
«En el proceso de pasteurización y congelación y luego otra vez la descongelación se pierden muchos nutrientes y pensé: es importante buscar un proceso de conservación en el que sea más fácil de manipular el alimento y (que tenga) más tiempo de vida», explicó en entrevista.