Las autoridades de Filipinas indicaron este domingo que registraron olas de hasta 64 centímetros por encima de la marea habitual a raíz de la alerta de tsunami activada anoche y provocada por un terremoto de magnitud 7,6 en el este de la sureña isla de Mindanao.
El departamento filipino de sismología Phivolcs «canceló» esta mañana la alerta de tsunami, que permaneció activa, alrededor de 4 horas, al asegurar que ya ha pasado el riesgo de una catástrofe.
Las últimas olas vinculadas al tsunami llegaron a las costas de las provincias de Surigao del Sur y Davao Oriental, en el este de Mindanao, alrededor de las 2:52 hora local.
El ente, que en un principio alertó de olas de más de un metro o incluso mayores y pidió evacuar las poblaciones costeras de las provincias citadas, indicó en su último comunicado que los residentes pueden volver a sus hogares y su vida normal.
La fuerte sacudida llevó también a Japón a activar temporalmente la alerta en zonas del sureste del país por la amenaza de olas de hasta un metro de altura por encima de la marea normal.
El servicio geológico de Estados Unidos (USGS), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, localizó el hipocentro a 32 kilómetros de profundidad y a unos 21,2 kilómetros al sureste de la población de Hinatuan, con más de 40 000 residentes, alrededor de las 22:37 hora local.