Ryan Gosling se vio sumergido en una emotiva escena durante la audición para «La La Land», pero su conmovedora actuación se encontró con una reacción gélida.
Mientras derramaba lágrimas en el papel, su interlocutor se limitó a atender una llamada telefónica, dejando al actor desconcertado.
Este incidente, uno de los momentos más tristes en la carrera de Gosling, fue incorporado al guion por el director Damien Chazelle, quien animó a los actores a compartir sus propias experiencias para enriquecer sus personajes.
La historia de Gosling se reflejó en la audición de Emma Stone en la película, capturando la sensación de vulnerabilidad frente a la indiferencia.
Gosling elogió la interpretación de Stone y encontró una catarsis en ver su experiencia reflejada en la pantalla. Chazelle, por su parte, reconoció el valor de aprovechar las vivencias de los actores para enriquecer la narrativa.
Stone también compartió sus propias dificultades, destacando la sensación de insignificancia que enfrentó en audiciones pasadas.