La icónica actriz, reconocida por sus logros en la industria cinematográfica, ha causado sensación en la alfombra roja de Cannes con un vestido diseñado por Jean Paul Gaultier.
El elegante diseño, con su combinación de negro, blanco y verde, evoca la bandera del Estado de Palestina, un gesto que no pasa desapercibido en un evento de tal magnitud.
Este acto de protesta se suma al compromiso de Blanchett como embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), una labor en la que ha estado activamente involucrada desde 2015.
Su presencia en Cannes no solo es un homenaje a la moda y al cine, sino también un recordatorio de las realidades globales que enfrentan los refugiados en todo el mundo.
Durante el festival, Blanchett participó en un panel junto a otras figuras destacadas, donde destacó la importancia de abordar la crisis de los refugiados en el cine. Con su voz y su presencia, la actriz continúa siendo una firme defensora de los derechos humanos y una voz influyente en la lucha por la justicia social.