El camarón ecuatoriano ha sido objeto de dos sanciones por parte del Departamento de Comercio de los Estados Unidos entre abril y mayo de 2024.
La primera sanción se debió a que, según las autoridades estadounidenses, los productores y exportadores del crustáceo en Ecuador recibieron subsidios compensatorios.
Esta medida se tomó tras un análisis del año 2022, y como acción preliminar se estableció una tasa temporal de ingreso al mercado estadounidense del 2,89 %.
La segunda sanción, más reciente, está relacionada con una investigación sobre derechos antidumping.
Se acusa a la industria camaronera ecuatoriana de vender el producto en Estados Unidos a un precio inferior al del mercado local. Como resultado preliminar, se ha impuesto un impuesto de ingreso del 10,58 %.
Estas medidas implican que los exportadores de camarón ecuatoriano deben abonar el 13,47 % del valor del producto exportado.
José Antonio Camposano, presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, ha señalado que los compradores que preferían el camarón ecuatoriano podrían empezar a cotizar el camarón de países competidores, ya que tendrían un arancel menor al desaduanizar las mercancías en territorio estadounidense.
Ambas denuncias fueron presentadas por la Asociación Estadounidense de Procesadores de Camarón.
Aún no se ha determinado el impacto exacto de estos aranceles temporales, pero se estima que podría significar decenas de millones de dólares en pérdidas para el sector camaronero ecuatoriano.}