El capitán de la Policía y jefe de seguridad de Fernando Villavicencio ofreció un relato detallado de los eventos del 9 de agosto de 2023, día en que ocurrió el trágico asesinato del candidato presidencial.
A las 11:30 de la mañana, el capitán recogió a Villavicencio en el aeropuerto de Quito luego de cumplir con una agenda en Guayaquil. Lo llevó a su casa y posteriormente, a las 14:30, lo recogió nuevamente para llevarlo a un restaurante en la avenida Colón, al norte de Quito.
En ese lugar, Villavicencio sostuvo una reunión con dos mujeres y Pablo O., miembro de su equipo de comunicación. Luego de esta reunión, se dirigieron al colegio donde se llevaría a cabo un mitin político con la presencia de entre 800 y 1000 personas.
Al concluir el evento alrededor de las 18:00 horas, el capitán escuchó a alguien gritar «sácalo», aunque no se habían producido detonaciones en ese momento. Este grito resonó en su memoria debido a su inusualidad.
Cuando ingresaron a Fernando Villavicencio en la camioneta, el capitán oyó las detonaciones. «Reduje mi silueta y saqué mi pistola, pero los disparos venían de todas partes», describió el capitán.
Posteriormente, el jefe de seguridad subió a la camioneta y comunicó a Villavicencio: «Nos atacaron, resista». Decidieron avanzar en contravía hacia una clínica cercana, donde una mujer, posiblemente doctora o enfermera, les informó que el candidato aún mostraba signos vitales.
En ese momento, el capitán instruyó al guardia de la clínica que pidiera refuerzos al ECU 911 y advirtió que regresarían para «rematarlos». Horas después, un médico confirmó que Fernando Villavicencio había fallecido.
El capitán, en estado de shock, no pudo responder a las preguntas de Criminalística que investigaba el incidente. Indicó que él y los miembros de la cápsula de seguridad entregaron sus armas de dotación como parte del protocolo de la investigación.