La película de 2016 «Warcraft», basada en la popular franquicia de videojuegos de Blizzard, no logró el éxito esperado en los cines, a pesar de contar con una sólida base de fans y ser protagonizada por Travis Fimmel, conocido por su papel en la exitosa serie «Vikingos».
Dirigida por Duncan Jones, «Warcraft» generó grandes expectativas como uno de los mayores proyectos de acción y fantasía del año.
Sin embargo, pocos mostraron interés en verla en el cine. El fracaso de la película se hizo evidente con sus cifras de estreno en Estados Unidos: solo recaudó 24 millones de dólares en su primer fin de semana y recibió una crítica devastadora, con una puntuación del 29% en Rotten Tomatoes.
Con un costo de producción de 160 millones de dólares, la película representó un duro golpe económico para el estudio. Según The Hollywood Reporter, «Warcraft» necesitaba recaudar 400 millones de dólares en taquilla para ser rentable, una cifra que parecía inalcanzable tras su pobre desempeño inicial en Norteamérica, donde solo recaudó poco más de 45 millones de dólares.
Sin embargo, el panorama cambió gracias a China. El éxito de «Warcraft» en el país asiático fue tan impresionante que logró revertir el desastroso escenario en que se encontraba la película, convirtiéndola en un ejemplo más de cómo el mercado chino puede salvar producciones occidentales que fracasan en otros mercados.