Ana Galarza, asambleísta del Movimiento Construye, fue deportada de Venezuela por el régimen de Nicolás Maduro. Galarza llegó a Venezuela como observadora electoral invitada por la plataforma unitaria opositora. El viernes 26 de julio, tras su llegada, fue expulsada del país sin explicaciones, según su propio relato y el de otros miembros de la delegación.
La delegación, compuesta por observadores electorales, tenía la misión de evaluar la transparencia del proceso electoral presidencial programado para el domingo 28 de julio, en el que se espera la participación de más de 21 millones de venezolanos.
Galarza comentó que las autoridades venezolanas les retiraron sus documentos y les prohibieron usar sus teléfonos o contactar a su embajada. Además, señaló que otras personas, incluida una senadora colombiana, fueron deportadas en condiciones similares.
La asambleísta expresó su frustración por la falta de derechos y explicaciones durante el proceso, calificando la situación en Venezuela como una dictadura absoluta.