La Agencia Metropolitana de Control (AMC) clausuró un establecimiento en el Centro Histórico de Quito que vendía bebidas alcohólicas sin registro sanitario.
El local, ubicado en la calle Benalcázar y la avenida 24 de Mayo, operaba sin permisos municipales y suministraba licor a precios bajos, principalmente a personas en situación de calle. Según la AMC, una botella de 250 a 500 mililitros se vendía por alrededor de un dólar.
Vicente Asimbaya, líder zonal de la administración Manuela Sáenz, explicó que el local funcionaba como un restaurante, pero servía de fachada para la venta de alcohol sin registro sanitario. La venta de estos productos no se limitaba solo a personas en situación de calle, sino que también alcanzaba a la ciudadanía en general.
Las autoridades advirtieron sobre los riesgos de consumir alcohol sin registro sanitario, señalando que puede causar graves problemas de salud, como alteraciones neurológicas, dolores de cabeza, convulsiones, daños oculares irreversibles, y problemas renales y hepáticos.