En medio de una creciente tensión en el Medio Oriente, el grupo islamista libanés Hezbolá lanzó un ataque masivo contra Israel, disparando aproximadamente 300 cohetes hacia su territorio. Las autoridades israelíes informaron que, aunque los cohetes provocaron varios incendios, afortunadamente no se reportaron víctimas.
Como respuesta, el ejército israelí bombardeó diversas bases de Hezbolá en el Líbano, intensificando el conflicto. Esta nueva escalada ha generado preocupación en una región donde las tensiones entre Israel y grupos extremistas como Hezbolá son constantes.
Hezbolá, considerado por Israel y otros países como un grupo terrorista, justificó su ofensiva como represalia por la muerte de uno de sus militantes en un bombardeo israelí en Siria la semana pasada. Esta situación ha encendido las alarmas de la comunidad internacional, que teme que el conflicto pueda agravarse aún más.