El Operador Nacional de Electricidad (Cenace) ordenó el apagado de las centrales hidroeléctricas Mazar, Paute y Sopladora, ubicadas en el cauce del río Paute, con el objetivo de recuperar los niveles críticos de sus embalses y aprovechar el incremento en la generación de la central.
Coca Codo Sinclair. Estas tres centrales aportan entre el 35% y el 40% de la demanda energética del país en condiciones normales.
El embalse de Mazar se convirtió en la principal preocupación del sector eléctrico tras alcanzar su nivel más bajo, situándose en 2 112,6 metros sobre el nivel del mar, lo que generó la necesidad de reducir la generación.
Desde el 10 de octubre, los caudales han aumentado levemente, y el embalse ha mostrado una lenta recuperación, alcanzando los 2 114,62 metros el 14 de octubre, un metro más que el día anterior.
La paralización de las tres centrales fue ordenada por el Cenace para contribuir al aumento de los niveles de los embalses y evitar una mayor crisis energética.