La autorización por parte de Estados Unidos del uso de misiles de largo alcance ATACMS contra objetivos en territorio ruso, adelantada por medios estadounidenses, es un cambio sustancial en la política de la administración de Joe Biden respecto a la guerra de Ucrania. Una decisión que tiene similitudes con el envío del sofisticado sistema antimisiles THAAD que Estados Unidos ordenó enviar a Israel.
Hasta ahora, Ucrania solía podía utilizar los misiles ATACMS para sus ataques en el territorio invadido por Rusia, aunque el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, solicitaba desde hace meses emplearlos para bombardear objetivos en Rusia.
¿Cómo funcionan los misiles ATACMS?
El sistema de misiles tácticos convencionales del Ejército de Tierra (ATACMS, por sus siglas en inglés) es un sistema de ataque superficie-superficie de alta precisión fabricado por la empresa estadounidense Lockheed Martin (misma que desarrolló el sistema THAAD).
Fueron utilizados con gran efectividad por primera vez durante la operación Tormenta del Desierto, entre 1990 y 1991, cuando una coalición liderada por Estados Unidos atacó Irak en respuesta a su invasión de Kuwait.
Los ATACMS disponen de un sistema de navegación inercial asistido por GPS y son propulsados por combustible sólido. Miden aproximadamente 4 metros de longitud, tienen un diámetro de 60,96 centímetros y cuentan con una ojiva de 226 kilogramos de explosión fragmentada.
Pueden ser lanzados desde una plataforma de lanzamiento múltiple M270 o desde el sistema móvil HIMARS (por sus siglas en inglés).