En un mensaje televisado, el presidente dijo que la inusual medida buscaba «proteger el orden constitucional democrático» de las «fuerzas pronorcoreanas» que, según dijo, operan en el país.
El inesperado anunció disparó la tensión en Corea del Sur por la reacción ante lo que muchos en el país interpretan como un giro al autoritarismo impuesto unilateralmente por Yoon.
La ley marcial implica que las autoridades militares asumen funciones extraordinarias y de gran parte del gobierno, así como la suspensión de algunas libertades públicas. Es la primera vez en más de 40 años que se adopta una medida así en Corea del Sur.
El Parlamento, controlado por la oposición, se reunió de urgencia y aprobó en una apresurada votación bloquear el decreto de emergencia y la ley marcial, a la que se oponen tanto dirigentes de la oposición como del partido del presidente.