El Palacio de Carondelet está bajo un estricto cerco de seguridad, con una visible presencia de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Este operativo de seguridad coincide con el inicio de la campaña electoral en Ecuador, lo que ha aumentado las medidas de control en torno a la sede del gobierno.
Las autoridades aseguran que el refuerzo en la vigilancia busca garantizar el orden público y prevenir cualquier eventualidad durante este período electoral. Los accesos al Palacio han sido restringidos, y las fuerzas de seguridad patrullan de forma intensiva la zona.
La medida ha generado expectativa en Quito, ya que coincide con la intensificación de la actividad política en el país, incluyendo eventos y concentraciones en diferentes puntos de la ciudad.