El vigorizado voto indígena de Ecuador, que estuvo a punto de acceder a la segunda ronda de los comicios presidenciales, se ha dividido para el balotaje del próximo 11 de abril entre quienes rechazan al candidato conservador Guillermo Lasso y quienes se oponen al correísta Andrés Arauz.
La divergencia ha incidido en las dos organizaciones sustanciales del colectivo indígena, la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y su brazo electoral, el Movimiento Pachakutik.
En principio, ambas parecían haber coincidido en no apoyar a ningún candidato finalista, aunque la Conaie planteó ir por el «voto nulo ideológico», mientras que Pachakutik por un «voto nulo» a secas, sin ningún cariz político.
VOTO NULO CONTRA EL SISTEMA ELECTORAL Y EL FRAUDE
El «voto nulo» a secas de Pachakutik, sin embargo, no se dirigía contra Arauz o Lasso como candidatos, sino contra el sistema electoral que, según ese movimiento, avaló un supuesto fraude en el escrutinio de la primera vuelta de las votaciones contra su candidato presidencial, Yaku Pérez.
El grupo indígena sintió que fue el Consejo Nacional Electoral (CNE), la máxima autoridad de los comicios, el que puso a Arauz y Lasso en la segunda vuelta, y no el resultado de las urnas de votación, según aseguró a Efe el secretario nacional de Pachakutik, Darwin Pereira.
Ese movimiento político reclamó un recuento de más de 20.000 juntas de votación, pero el CNE sólo aprobó que se hiciera con 31 de ellas, donde Pérez, que estaba en el tercer lugar con muy poca diferencia de Lasso, sumó una pequeña cantidad de votos respecto del escrutinio preliminar.
Si hubiese habido un recuento global, Yaku Pérez pasaba a la segunda vuelta en lugar de Lasso, agregó Pereira tras opinar que «frente al fraude descarado», la segunda vuelta perdió interés para su colectivo.
Sin embargo, para el académico David Chávez, el voto nulo de Pachakutik podría no cuajar en la segunda vuelta y, más bien, fragmentar al sector indígena, que busca una definición entre Arauz, que representa al correísmo progresista (por el expresidente Rafael Correa 2007-2017), y el anticorreísmo conservador de Lasso.
«La votación de Pachakutik es heterogénea, aunque a veces se piensa que representa a una votación de izquierdas», y eso no suele ser así, agregó.
Además, aseguró que las campañas de voto nulo generalmente suelen subestimar mucho al electorado que, al final, se decanta por alguna de las opciones finalistas.