Las tensiones fueron aumentado desde hace semanas.
Una nueva ola de violencia azota Israel y la Franja de Gaza, y la razón fundamental no cambia: el conflicto no resuelto entre judíos y árabes que ha arruinado y acabado con vidas palestinas e israelíes durante generaciones.
Es una herida abierta en el corazón de Medio Oriente y el hecho de que el conflicto haya desaparecido de los titulares internacionales en los últimos años no significaba que hubiera terminado.
Los problemas no cambian, ni tampoco el odio y la amargura que se han engendrado durante generaciones.
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Las bases del conflicto
Durante más de un siglo, judíos y árabes han luchado por dominar la tierra entre el río Jordán y el mar Mediterráneo.
Israel ha infligido una serie de aplastantes derrotas a los palestinos desde que se creó como Estado en 1948, pero aún no se puede declarar vencedor.
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Y es que mientras el conflicto continúe, ninguno de los lados puede estar seguro.
Las tensiones fueron aumentado desde hace semanas.
La única certeza es que cada pocos años, al menos, habrá una crisis grave y violenta.
El patrón de los últimos 15 años ha implicado a menudo enfrentamientos a través de las alambradas que separan Gaza de Israel.
El problema de Jerusalén
La explosión de violencia esta vez ha sido un recordatorio de que los eventos en Jerusalén y sus lugares sagrados tienen una capacidad incomparable para caldear los ánimos.
La santidad de la ciudad para cristianos, judíos y musulmanes no es solo una cuestión religiosa.
Los lugares sagrados judíos y musulmanes también son símbolos nacionales.
Geográficamente están, literalmente, uno al lado del otro.
La iglesia del Santo Sepulcro también está cerca, al otro lado de un puesto de control israelí, venerado por los cristianos palestinos.
Qué hay de nuevo ahora
Los desencadenantes incluyeron amenazas de desalojar a los palestinos de sus hogares en Sheikh Jarrah.
Es un barrio palestino fuera de los muros de la Ciudad Vieja, con tierras y propiedades reclamadas por grupos de colonos judíos en los tribunales israelíes.
Es más que una disputa por un puñado de hogares.
Se produce después de años de sucesivos gobiernos israelíes que persiguen el objetivo estratégico de hacer que Jerusalén sea más judía.