Atletismo, ciclismo, boxeo, suman el 75,75% de los deportistas clasificados a la cita deportiva que se iniciará en julio próximo.
Por sorteo, María José Palacios se convirtió en la trigésima tercera deportista ecuatoriana clasificada a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
La definición del cupo la realizó el Grupo de Trabajo de Boxeo del Comité Olímpico Internacional (COI), ya que la seleccionada nacional estaba igualada en puntos del ranquin mundial con una púgil de Venezuela, y por esa vía se definió quién iba a la cita mundial.
“Según el sistema de desempate y clasificación, todas las vías para desempatar se han agotado, y por lo tanto se realizará un sorteo al azar para determinar la asignación de la cuota”, detalló en un comunicado el COI.
Para ser testigos del sorteo, este lunes el COI realizó la convocatoria de forma virtual a los integrantes del equipo técnico y al secretario general del Comité Olímpico Ecuatoriano (COE), John Zambrano, así como a representantes del Comité Olímpico de Venezuela.
Bajo la supervisión de la PricewaterhouseCoopers (PwC) se llevó a cabo el sorteo, que tuvo como vencedor a Ecuador.
El personal del COE celebró con aplausos la nueva cuota, mientras que el presidente del COE, Augusto Morán, se comunicó inmediatamente con María José para darle la noticia y felicitarla.
“Al enterarme que clasifiqué, me cayeron lágrimas de emoción, porque es un sueño hecho realidad”, reconoció María José. “Cuando comencé a entrenar lo primero que me propuse fue ser parte de la selección, y después que ya fui parte del equipo dije ’voy a entrenar fuerte, duro, para llegar a unos Juegos Olímpicos‘, y hoy que se hizo realidad. Me siento alegre, feliz, porque voy a poder demostrar lo que sé”, refirió la púgil.
María José ha sido una de las boxeadoras femeninas que han estado en competencias internacionales, lo que ha servido para mejorar su ranquin.
En su palmarés destacan la medalla de bronce Sudamericana y ser tercera en el campeonato continental; así como participaciones a nivel Panamericano, en Juegos Bolivarianos y en el Mundial Femenino, en el que avanzó hasta octavos de final.
Su objetivo principal era clasificar a los Juegos a través del clasificatorio continental que estaba previsto realizarse en Argentina, pero se canceló por la pandemia. “Cuando se suspendió el Preolímpico fue como que me tiraron un balde de agua fría, porque fueron meses, días, horas de sacrificio; entrenaba fuerte, ponía todo de mí en cada entrenamiento para ir y lograr ese cupo. Cuando dijeron ‘se canceló‘ quedamos ahí. Después nos dijeron que los cupos se darían por ranquin y eso me subió un poco el ánimo, porque yo sabía que estaba en el quinto puesto. Dije ‘tengo una esperanza en clasificar’”.