Las autoridades niponas continúan este martes con la búsqueda de casi una treintena de desaparecidos tras las lluvias torrenciales que causaron graves daños en el centro y el oeste de Japón, que han dejado un número provisional de cinco fallecidos.
Las tareas de búsqueda y rescate se concentraron en el municipio de Atami (sudoeste de Tokio), donde un alud de barro desencadenado por las fuertes lluvias el pasado sábado se llevó por delante numerosos edificios y dañó hasta 130 viviendas.
Unos 1.100 efectivos de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército), bomberos y policías participaron este martes en esas labores, cuando se ha cumplido el plazo de 72 horas considerado clave para encontrar a supervivientes entre los escombros y otros restos barridos por la avalancha.
El deslizamiento ocurrió el sábado después de varios días de lluvias fuertes en Atami, un balneario bordeado por montañas, y sus alrededores.