Al momento de sentarse en la mesa de Tijuana Mexican Food (en Guayaquil) el 20 de julio, nadie sabía que sería su última entrevista. Él creía en las energías, en el destino, y este último era el que lo había traído a Guayaquil en una visita fugaz, ya que se encontraba radicado en Quito.
La conversación fue a propósito del libro de moda que estaba por lanzar en octubre de este año, según contaba emocionado. Sería el primer libro de moda que recoja la historia de la ciudad de Guayaquil en ese aspecto. El trabajo había sido intenso, fueron entre cinco y seis meses de plena dedicación para plasmar los más interesantes datos junto a imágenes e ilustraciones que complementan el contenido escrito.
Fue hijo de maestros y y sostenía que él llevaba lo de la cátedra “en las venas”. “Mi vida siempre ha estado en ese quehacer que traspasa el lindero del taller y la maquinita”, decía con seguridad, pues se dedicó a ser catedrático de Eurodiseño, así como a realizar programas de educación para adultos, asesor, productor de eventos, entre otras actividades más a lo largo de su vida, desarrollando un extenso currículum, pero siempre de la mano de la moda.
En la pandemia “a todos nos tocó otro lado de la vida diaria”, contó e indicó que fue allí en el vacío, en la desocupación que tuvo la inspiración y determinación para empezar lo que en algún momento ya había visualizado, su libro. Para la realización de la pieza contó con la ayuda de quienes llamó “amigos”.
“Quiero dedicar este pequeño ensayo a cuatro mujeres especiales que apoyaron mi trabajo e impactaron en mi vida: a Yela Loffredo de Klein, quien me animó a navegar en este magnífico viaje de mi vida; a Jenny Estrada Ruiz, quien con sus trascendentales trabajos periodísticos me motivó a no rendirme nunca en mis esfuerzos; a Adela Morán Bustamante, mi primera confeccionista y la modista del arte; y especialmente a Rebeca Rodríguez Arce, la ejemplar maestra de todas mis lecciones, mi devota madre, cuyo recuerdo es mi mayor bendición”, esto apuntó entre las primeras páginas de la obra aún no publicada.
Creía fielmente en el destino y que todo acontecía por una razón. Lo último que nos deja es una charla con este Diario sobre su libro histórico de moda.