A 73 días de iniciado el Gobierno de Guillermo Lasso, al Ejecutivo se le abren frentes de reclamos y demandas sociales. Los últimos en anunciar acciones fueron las centrales sindicales y el movimiento indígena.
El Ejecutivo afrontó también las manifestaciones de los arroceros, los maestros y las recientes protestas de los comerciantes de El Oro, por el nuevo estado de excepción.
Este último estallido descontento sucedió en Huaquillas, en la frontera sur. Los habitantes de la zona exigen que el Ejecutivo suspenda las medidas de excepción que se pusieron en marcha para frenar los contagios de Covid-19.
Dicen que las restricciones afectan el comercio y piden que las entidades financieras flexibilicen sus intereses, además de medidas compensatorias por la pandemia y la apertura del puente internacional con Perú. El Gobierno envió a su ‘alfil’ para que resolviera el último caso.
El viceministro de Gobernabilidad, Homero Castanier, quien logró ponerle un fin al paro. Así, el Gobierno acordó, de manera escrita, con los dirigentes de la zona y de las movilizaciones que se revisará el toque de queda en Huaquillas, en un plazo de cinco días, con el objeto de flexibilizarlo.
Además de que, en un plazo de 10 días, el Ejecutivo agendará reuniones con las autoridades ministeriales en Huaquillas, para que traten las demandas planteadas por los comerciantes.