Una enfermera embarazada quiso esperar a vacunarse contra el COVID-19 porque le preocupaba cómo afectaría a su bebé. Ahora, su marido está tratando de generar conciencia en la población después de que el coronavirus se cobrara la vida de su esposa y de la niña que llevaba en su vientre.
«No es fácil», dijo Jordan Richardson a la estación WKRG de Mobile, Alabama. «Ella sencillamente amaba a todo el mundo», expresó.
Haley Mulkey Richardson, de Theodore, en Alabama, murió a causa del coronavirus el 20 de agosto, dos días después de que falleciera su beba.
Haley Richardson renunció a inmunizarse porque estaba preocupada por cómo afectaría a su bebé, pero lo realmente peligroso es el coronavirus, advierten los médicos. En su último mensaje, la mujer apeló al “Dios de los milagros”.