El modelaje es su pasión y cuando se sube a una pasarela así lo demuestra. Nicole Zambrano Barreto tiene 22 años, nació en Machala, estudia arquitectura en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo y es la Top Model of The World que representará al país en el certamen internacional a desarrollarse en Egipto. El 25 de este mes viajará a esa lejana tierra.
Muy guapa, de trato amable, su tono de voz es suave, de larga cabellera y ojos color verde. Mide 1,75 metros y aunque parezca increíble dice que no sabe cuánto pesa. Casi siempre las mujeres, sobre todo si ejercen esta profesión, están pendientes de lo que indica la balanza.
Guayaquil la acogió. ¿Desde cuándo vive en esta ciudad?
Yo llegué a Guayaquil para estudiar la carrera de arquitectura. Estuve tres años, pero regresé a mi tierra cuando empezó la pandemia de coronavirus. Volví por el Top Model y para continuar con mi formación académica. Ya estoy en el tercer año, me falta poco para cumplir el sueño de graduarme.
Cuando se la ve en ‘acción’ es obvio que nació para modelar.
El modelaje es más que un trabajo, es algo que disfruto mucho y me apasiona. Estoy viviendo una linda etapa en mi vida y una gran oportunidad que se me presentó, representar a Ecuador en un concurso en el extranjero me llena de orgullo. Sé que me abrirá muchas puertas y debo aprovecharlas.
Vivo el momento, el proceso, la oportunidad que Dios me ha dado. He trabajado con muchas marcas, pero mis aspiraciones son ir más allá en lo internacional. Ampliaré mis horizontes. Me la estoy gozando al máximo.
¿Es decir que siempre fue uno de sus sueños?
Siempre me interesó, pero no es lo primero que pensé en hacer cuando llegué a Guayaquil. Las oportunidades se presentaron y las tomé. Entonces me metí en este mundo. Es algo que quiero, amo.
Egipto no es cualquier vitrina.
No es mi primer viaje al extranjero, pero es mi primera vez en Egipto y la primera en un certamen de esta naturaleza. No es un concurso de misses, eso debe quedar claro. Unos de los atractivos turísticos son las maravillosas pirámides. Tengo muchas ganas de conocerlas, la arquitectura y la diversidad del lugar me llaman mucho la atención, además de su cultura y gente.
Algunas modelos no toman agua antes de un desfile o de una sesión de fotos, otras descansan… ¿Qué hace usted antes?
Lo primero que hago es rezar. Siempre pongo todo en manos de Dios, también hablo con mi familia. Ellos me mandan sus buenas vibras y trato de estar tranquila, respiro hondo. Me creo lo que estoy haciendo porque si no lo hago yo, nadie lo creerá.
Las modelos, como los deportistas, no se pueden dar el lujo de subir de peso.
Yo desde pequeña practico ejercicio, desde los 3 años. Me ayuda a mantenerme, además he hecho pilates y gimnasia. Ahora debo cuidarme mucho más. Tengo la responsabilidad de representar al país.
Es muy común que las mujeres que se dedican a este oficio tengan trastornos alimenticios, como la anorexia…
No ha sido mi caso, no he tenido esos trastornos.
Si llega a lograr un lugar destacado en el certamen, ¿cuál sería su siguiente paso?
Lo aprovecharía al máximo para llevar el modelaje a otros niveles. Trabajar en otros países, convertirme en una modelo internacional está en mis planes.
Las modelos no solo se preocupan por mantenerse en forma, además siempre tienen que lucir impecables. ¿Cuál es su estilo de vestir? ¿Qué prefiere?
Me gusta vestir casual, prefiero sentirme cómoda y segura. Puedo lucir versátil, dependiendo de la ocasión.
¿Tiene como referencia o inspiración a una supermodelo?
Bella Hadid es mi inspiración, es una mujer muy guapa, me gusta su pasarela y su actitud. La considero una modelo a seguir.
A una mujer atractiva no le faltarán los admiradores que quieran conquistar su corazón.
Ahora estoy sola, no tengo pareja. En algún momento el matrimonio será parte de mi vida. Ahora no porque tengo unas metas y planes pendientes, en un futuro pensaré en formar una familia.