Londres alcanzó un nuevo récord de homicidios de adolescentes en 2021 con 30 jóvenes apuñalados, superando el récord anterior de 29 alcanzado en 2008.
El panorama en la capital británica es sombrío: temiendo por su seguridad, cada vez más niños portan cuchillos, dicen los trabajadores comunitarios. Algunos alumnos tienen incluso tanto miedo de ser atacados, que viajan a la escuela en taxi.
Los crímenes violentos en Londres disminuyeron en general, le explicó a la BBC Alex Murray, comandante de la policía metropolitana (Met), cuando se publicaron las estadísticas a fin de año, «pero no para los jóvenes. Nuestro índice de homicidios de jóvenes es trágicamente alto».
En su opinión, el incremento se debe a una combinación de factores: el hecho de que los jóvenes creen que es aceptable portar un cuchillo, el que la gente aliente a través de las redes sociales a «responder peleando», y a la participación de los jóvenes en el tráfico de drogas entre distintos municipios.
«Esas tres cosas probablemente se están mezclando para generar un pico de homidios en la capital», explicó.