En 2021 se detectó al menos un caso en la provincia de Esmeraldas, según información policial. La Policía ha conseguido información de los detenidos
Una pistola, dependiendo de su marca, características e implementos, puede costar hasta 5.000 dólares. Pero, alquilada se puede obtener en unos 300 dólares. Un fusil, en cambio, puede ser arrendado en 500 dólares.
¿Quién alquila las armas? Los arrendatarios son grupos delincuenciales, megabandas que no tienen el dinero para poder comprar las armas, señala el exjefe de inteligencia del Ejército Mario Pazmiño.
Cuenta que, por esa razón, la Policía en algunos casos relaciona que un arma está involucrada en varios sucesos delictivos, en varios hechos de sangre registrados principalmente en Guayaquil, Santo Domingo, Pichincha, Manabí y Esmeraldas.
En esta última provincia, el año pasado se registró un hecho delincuencial que involucró el alquiler de armas, indica el general Alain Luna, director nacional de la Policía Judicial. En Esmeraldas, de enero a julio de 2021 la Policía incautó 338 armas de fuego.
Pazmiño afirma que las armas se alquilan para cometer actos delictivos. Luego, el delincuente entrega el arma y se camufla por unos días hasta que sale otra vez a circulación y se alquila de nuevo.
Según Pazmiño, hay organizaciones delictivas que su negocio es alquilar el armamento para cometer delitos.
Luna asegura que la modalidad no es nueva. Tiene casi 30 años y es utilizada por delincuentes que inician en robo de vehículos o locales comerciales.
Opina que esa es una alternativa para grupos delincuenciales que no tienen una estructura fuerte, los denominados de ‘poca monta’ o que empiezan en sus actividades ilícitas porque no tienen la condición suficiente para adquirir armamento.
Pero hay otras razones. Por ejemplo, el adquirir armamento significa para un sospechoso, si es que es encontrado con un arma que haya participado en un hecho de muerte violenta, que puede ser detenido, juzgado o sancionado.
“Es por este motivo que muchos delincuentes optan por alquilar las armas”, así, si en algún momento su domicilio es allanado, no se encuentra nada.
El arma se entrega, para la destrucción, a la institución correspondiente.
Alain Luna, director Nacional de Policía Judicial
La Policía en sus operativos ha encontrado algunos casos, reconoce Luna. Pero aclara que lo que no hay es un auge o almacenes inmensos de alquiler.
Añade que la existencia de ese tipo de actividades llevó a la regulación y a diferenciar lo que es el porte y tenencia. Otra de las medidas fue limitar a los guardias de seguridad para que no puedan salir a su domicilio llevándose el arma y mientras están en su espacio libre puedan alquilarla.
El mayor (sp) Manuel Silva, excomandante de la Unidad de Investigaciones Especiales (UIES), suprimida en el gobierno del expresidente Correa, explica que el alquiler de armas también es el resultado del decreto de la prohibición de la fabricación de armas en las fábricas artesanales, principalmente en Chimbo, Bolívar.
Comenta que quienes se dedicaban a esas actividades se quedaron sin trabajo, migraron o se resignaron a recibir un bono. Eso, afirma, fomentó las armerías ilegales que serían también las que están en el alquiler de armas a los delincuentes.
La utilización de más armas cortas por grupos delictivos para cometer asaltos se dan más en Guayaquil, manifiesta. Apelar a ese mecanismo también representaría un ahorro debido a que las armas, en el mercado negro, resultan más convenientes.
En los últimos tiempos, la Policía se está enfrentando a un problema. Los delincuentes, para cometer los ilícitos, utilizan armas de fogueo, que son parecidas a las normales. Es para evadir la ley. Una nueva cuesta 300 dólares y, aunque no son letales, sí causan trauma y una lesión, señala Silva. Su ventaja también es que no necesitan permiso de porte ni registro.
El contexto
En la Policía hay otra preocupación: la utilización de armas de fogueo en el cometimiento de ilícitos se ha vuelto una práctica común en los últimos tiempos. Esos aparatos lo que hacen es un ruido que aturde o que asusta a la gente. Son idénticas a las reales. En 2021 hubo 10 casos.
El detalle
Investigación. Las pistas sobre el alquiler de armas han sido dadas por colaboración de detenidos que reconocen haber tenido un arma y el sitio de alquiler.